Los Caballeros del Zodiaco - El Inicio: Un fracaso que hasta los dioses lo sienten

En esta era de las adaptaciones de comics, libros, videojuegos y anime, era de esperarse que Toei Animation decida llevar a cabo una versión live action de una de sus franquicias clásicas y rentables como es Los Caballeros de Zodiaco, que desde hace mucho tiempo se viene trabajando y desarrollando la idea de llevar a la pantalla grande a Seiya y el resto de los caballeros de bronce a servicio de Atenea. Finalmente en este 2023, “Los Caballeros del Zodiaco - El Inicio” llego a las salas de cine con la difícil tarea de no ser una adaptación fallida como fueron otras grandes franquicias como “Death Note” o “Dragon Ball - Evolution”.

Seiya es un joven que lucha en peleas callejeras para sobrevivir y mantiene la esperanza de encontrar a su hermana que desapareció a varios años. Pero sin saberlo, el joven es perseguido por poseer un poder conocido como “Cosmos” y un hombre que sabe de su pasado le ofrece la oportunidad de escapar y explorar la verdad de sus poderes. Sin embargo, su verdadero propósito es ser el caballero de Pegaso a servicio de la diosa Atenea que ha renacido en esta era y que deberá protegerla las amenazas que una mujer llamada Guraad supone contra ella. De esta forma, Seiya deberá aprender ser un caballero y aceptar su destino como protector de la diosa Atenea. “Los Caballeros del Zodiaco - El Inicio” es todo lo que un fanático de Saint Seiya no quisiera que fuera, ya que más allá del argumento de que es una adaptación al anime y manga homónimo, hay muy poco que se respeta del material original y que es aun más grave las personalidades de los personajes protagónicos, que en algunos casos tienen totalmente distintos a los que deberían ser. Son muchas las cosas que están mal en esta película, por eso solamente nos centraremos en lo más grave de todo y que atento contra la esencia de lo que es Saint Seiya. Uno puede comprender que es muy difícil de condensar una historia de varios capítulos en una historia nueva, dinámica y que entretenga, pero lo importante es mantener la esencia y esto no ocurre, principalmente por el mundo que plantean, ya que se siente más como una película de un universo de superhéroes que en presencia de un universo mitológico, épico o incluso divino.

Teniendo en cuenta esta construcción de mundo, no tenemos un Santuario o viaje a Grecia para ver como Seiya obtiene su armadura, si bien hay una pelea con Cassios como al inicio, es más un guiño que otra cosa, ya que el combate se realiza al estilo de pelea callejera en una jaula por dinero claramente. Seiya, interpretado por Arata Mackenyu, esta MUY lejos de tener alguna característica del personaje del manga o anime, es un egoísta y castroso que lo único que habla es poder encontrar a su hermana y no le importa en lo absoluto obtener la armadura, esto no es menos por que hay que recordar en el material original, su deseo de obtener la armadura de Pegaso y volverse un caballero era un camino para poder encontrar a su hermana algún día, dándole ese sentimiento de propósito y deber. Si hay que destacar favorablemente como esta adaptada Marín de Águila en esta película y como respeta la esencia del personaje del material original y sus escenas de enseñas es de lo mejorcito.

Por otro lado, tenemos a Atenea, interpretada por Madison Iseman, que ya arrancamos mal con este personaje, ya que su nombre mortal es Sienna y no Saori como debería ser, y estos son pequeños detalles que hacen que uno como espectador y sobre todo fanático no pueda conectar nunca con el personaje, que dicho sea de paso, es una Atenea que muy poco tiene que ver con el material original pero que su caracterización cuando su Cosmos llega al máximo es idéntico a lo que uno como fan de Saint Seiya puede reconocer. Algo que puede ser chocante es como esta Atenea se siente como una verdadera amenaza y no salvación, debido al inmensurable poder que tiene y las visiones de destrucción que ella tiene, pero que a su vez vemos vestigios de lo que debe ser este personaje.

En cuanto a nuestros villanos, tenemos a Famke Jenssen como Guraad, un personaje original de esta pelicula y cuyo sentimiento de amenaza es totalmente nulo, a pesar que su motivación es aceptable pero choca como es que cambia de opinión tan abruptamente luego de haber hecho tanto mal. Pero lo más imperdonable de todo es lo que han hecho con quien es el personaje favorito de prácticamente todo fan de Saint Seiya que es Ikki de Fénix, que en esta película no se llama Ikki, sino que se llama Nero y es interpretado por Diego Tinoco, acá Ikki es como la mano derecha de Guraad y si bien su adaptación difiere mucho al material original, mantiene una esencia de que Ikki no cree en ninguna deidad y que hemos visto previamente en el anime. Pero más allá de esto, se siente una falta de respeto absoluto al caballero más fuerte al servicio de Atenea y que es el más querido entre todos los caballeros protagonistas. Hay detalles que están bien en la película como el aspecto de Atenea cuando esta en modo diosa, el diseño de las armaduras que a pesar de no ser para nada iguales o parecidas a los diseños clásicos, mantiene cierta estética familiar para que nos creamos que son los diseños de este universo, la batalla de inicio entre Aioros de Sagitario y Shura de Capricornio me parece bien adaptado para todo lo que fue el resto de la película, y quizás el detalle que más guiño le da a los fanáticos es la utilización de una composición más cinematográfica al tema clásico de “Pegasus Fantasy” que es la música emblema de este anime. “Los Caballeros del Zodiaco - El Inicio” entra en el panteón de las malas adaptaciones de animes que se ha hecho Hollywood con la esperanza de romper un maleficio que parece no tener solución a nivel cinematográfico, ya que por su lado en series “One Piece” en Netflix ha sido aclamada por críticos y fanáticos de este icónico anime. Pero en cuanto a Los Caballeros del Zodiaco, el no tener a muchos de los personajes clásicos como Shiryu, Shun o Hyoga sumaron a cimentar este fracaso que se veía venir con creces y que si bien dejan todo abierto para una continuación, claro esta que quedara en el olvido. En esta oportunidad no hubo séptimo sentido, no hubo armadura dorada que pudiera salvar a los caballeros de este fracaso.