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Barbie: una nueva interpretación del patriarcado, el feminismo y la perspectiva de género

Spoilers

Mis opiniones eran un poco complicadas antes de ver Barbie. Pero, impulsada por mi admiración hacia Greta Gerwig y sus películas, mis expectativas eran bastante altas. Aún así, esta película realmente logró sorprenderme.

Quizás muchos la hayan visto por los recuerdos de la infancia, pero Barbie no pretende crear una atmósfera pura y nostálgica como la franquicia de Toy Story. En realidad, es una película más profunda, muy moderna, que invita a la reflexión: una innovación revolucionaria en las películas comerciales de Hollywood centradas en temas feministas. Su narrativa permanece estrechamente ligada a diversos temas de la sociedad actual. Aunque contiene muchas afirmaciones acerca del feminismo y burlas al patriarcado, todavía intenta allanar el camino para el diálogo entre géneros iguales y diferentes.

Esto es evidente en su descripción del "patriarcado", “el feminismo” y la “perspectiva de género”.

¿Qué es el patriarcado?

La respuesta de la película es: el patriarcado no es sólo una sociedad gobernada únicamente por hombres. Su esencia radica en el desequilibrio de las estructuras de poder. Por lo tanto, en cualquier sociedad en la que un lado domina o suprime el discurso del otro, existe una manifestación de esta ideología. La película ilustra esto al contrastar Barbieland, que se asemeja a una sociedad matriarcal, y el reino de Ken (Kendom), que se asemeja a una sociedad patriarcal. La lucha de poder entre estos dos reinos y sus consecuencias también lo afirma. En Barbieland, las Barbies son absolutamente dominantes en los aspectos sociales, políticos, económicos y culturales, y las fiestas nocturnas son prácticamente una reunión femenina. Los muñecos Ken son simplemente dulces inútiles. Una vez que Ken ingresa al mundo real (la verdadera sociedad patriarcal) y se da cuenta de los privilegios que el patriarcado le ha otorgado a los hombres, transforma Barbieland en Kendom, adoptando el modelo patriarcal del mundo real. Esto provoca una inversión de poder, y las Barbies se convierten en sirvientas sumisas de los Ken. Sin embargo, tanto Ken en Barbieland como Barbie en Kendom, no pueden ser ellos mismos libremente. Se convierten en objetos que necesitan buscar en los demás el valor de su existencia. Esto muestra cómo las cadenas del poder afectan de manera subjetiva y a la vez que no están estrictamente relacionadas con el género. Cualquier persona de cualquier género puede ser perpetrador y víctima del patriarcado, algo que distingue a Barbie de muchas películas convencionales que tratan sobre el patriarcado.

Sin embargo, independientemente de si esta era o no la intención de la directora, el final, donde las Barbies recuperan el poder, puede sugerir que el gobierno femenino es mejor que el gobierno masculino puro, o que algunos cambios son necesarios sobre esa base.

Las cuatro dimensiones de la perspectiva de género

Podemos afirmar que la industria del cine se ha basado en la mirada masculina durante mucho tiempo, y que la perspectiva femenina se desarrolló a raíz del aumento de la influencia de las mujeres en la sociedad de consumo y de la evolución de la sociedad. Sin embargo, la mirada masculina aún sigue siendo dirigida a aquellos personajes femeninos sexualizados, algo evidente en la expresión del lenguaje visual; de igual manera, la mirada femenina se basa en la objetivación de los personajes masculinos ante las espectadoras. En términos relativos, la mirada masculina sobre un personaje masculino y la mirada femenina sobre un personaje femenino, junto con sus efectos, se discuten menos de manera pública.

Esta película representa las cuatro dimensiones de la perspectiva de género en diversos grados a lo largo de la historia. En Barbieland, los Ken son el objeto de la mirada y permanecen mental y físicamente pasivos. Después de que Ken descubre los privilegios que el patriarcado le otorga a los hombres en el mundo real, proyecta sus deseos y fantasías interiores en hombres exitosos en la realidad. Al transformar Barbieland en Kendom, finalmente completa su propia identidad de acuerdo con las normas patriarcales del mundo real. En Kendom, las Barbies que "se perdieron" y la Barbie (interpretada por Margot Robbie) que ingresa al mundo real y enfrenta miradas extrañas representan la reiteración de la mirada masculina. En Barbieland, aunque la vida parece tranquila y glamorosa, todavía existe un consenso tácito sobre qué es la belleza. Es por eso que Barbie entra en pánico cuando se da cuenta de que sus pies ya no tienen la forma de tacones altos y su piel tiene celulitis en lugar de estar lisa y suave. También demuestra que Barbie, que promueve la liberación y la libertad femenina, está restringida por las expectativas de la sociedad, incluso en Barbieland, que también aboga por la liberación y la libertad, mientras que la Barbie "rarita" es aceptada en esa sociedad sólo al final.

El Feminismo después del del posfeminismo

El tercer punto importante de esta película es su expresión feminista poco convencional, principalmente en la construcción de Barbieland, un reino casi utópico, y su posterior destrucción. Esto separa a Barbie de los clichés cinematográficos comerciales orientados a las mujeres representados por las películas de mujeres.

El posfeminismo surgió en la década de 1980 como una crítica y reflexión sobre el feminismo de la segunda ola. No es un aspecto único del pensamiento, sino un concepto amplio que abarca muchas voces. Angela McRobbie, investigadora feminista, argumenta que el énfasis excesivo en la elección individual impide que las personas reconozcan el papel y el impacto del género en términos estructurales, lo que debilita la fuerza del cambio social. Además, en el contexto de la "sheconomy" (economía feminista), existe el riesgo de que el apoyo del postfeminismo al consumismo pueda convertir al feminismo en una mercancía o estrategia de marketing, borrando los desafíos reales que enfrentan las mujeres en la economía, la sociedad y la política. Desde esta perspectiva, la representación de Barbieland y el estilo de vida de las Barbies en las primeras etapas de la película reflejan fuertes implicaciones posfeministas. Sin embargo, hay una transición inteligente durante el viaje de exploración de Barbie en el mundo real, en dónde se abordan temas de género, emociones, vida y muerte y, por lo tanto, rompe las fantasías de las mujeres sobre Barbieland y evita convertirse en una mera película para el entretenimiento. Barbie no solo aboga por la diversidad física y la inclusión de las mujeres; también investiga el proceso de maduración interno del personaje. Ella se convierte en una humana con emociones verdaderas, derrama lágrimas y desarrolla deseos propios. En este sentido, la película reconstruye el significado de la muñeca Barbie con un mensaje que tiene matices más ricos y sinceros.

Trama fascinante y personajes sorprendentes

Deconstrucción proactiva

Hay dos escenas que sobresalen en este aspecto. En una, la Barbie de Robbie critica su propia apariencia de manera despectiva mientras otras mujeres se apresuran a consolarla. De repente, hay una voz fuera de la pantalla que dice algo como: "Eligieron a Margot Robbie como Barbie, ¿puedes creerlo?". (risa). En otra escena, el director general de Mattel rechaza la propuesta de una empleada (Gloria) de producir Barbies con apariencias diversas. Sin embargo, cuando su subordinado dice que hacer eso podría ser rentable, cambia instantáneamente sus formas, ridiculizando al capitalismo mientras se deja engañar.

El personaje de Alan

El personaje de Allan está creado de una manera curiosa. En un mundo donde todos los hombres se llaman Ken y todas las mujeres se llaman Barbie, donde los atributos y límites de género son claros, el nombre, la personalidad y la apariencia de Allan son únicos y trascienden cualquier definición de género, convirtiéndolo en un elemento de singularidad en la película.

Tributos

Barbie le rinde creativamente homenajes a varias películas clásicas, como la escena de apertura al estilo de 2001: Odisea del espacio, la elección binaria similar a Matrix y la coreografía de Ken durante la escena de la guerra civil, inspirada en Cantando bajo la lluvia (Greta Gerwig expresó en varias entrevistas su fascinación por esta película, y en Barbie demuestra su cariño genuino).

"Vine a ver a mi ginecóloga"

Esa línea se convirtió en un final brillante: Barbie, siendo una muñeca, originalmente no tenía órganos reproductivos humanos. Ir a la ginecóloga nos da a entender que ahora sí tiene una vagina y esto simboliza su transformación completa como una humana real.

Si bien el ritmo de la película en términos de desarrollo narrativo puede ser rápido (por ejemplo, la reconciliación madre-hija), esto puede estar vinculado con su naturaleza comercial. Además, en cierto modo, encaja con el estilo caprichoso e imaginativo de la película.

Una de las escenas que más me conmovió fue el final, en el que la creadora de Barbie, Ruth Handler, y Barbie cruzan el tiempo y el espacio para reunirse. La anciana Handler mira con amabilidad a la muñeca que ha creado, animándola a explorar las posibilidades de la vida y completar el viaje del despertar. En ese momento, el amor compartido entre estas dos mujeres fluye lentamente en medio del suave susurro de Billie Eilish.

Al final de la historia, Ken y Barbie encuentran el sentido y los valores de su existencia. A través del viaje individual de crecimiento de cada uno de los personajes, la película pinta una visión de un mundo ideal:

En este mundo, todos tenemos el derecho y coraje de ser nosotros mismos.

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