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Si no podés encontrar nada que te guste de Barbie

Spoilers

Como soy crítico de cine, suelo estar listo para compartir mi opinión sobre cualquier película, con cualquier persona. Pero cuando las personas me preguntan sobre Barbie, la nueva película producida por Mattel y distribuida por Warner Bros, dudo. La razón: podría ser demasiado polarizante.

Lo que es aún más complicado: puede que no encaje a la perfección con las opiniones de género. A muchos hombres les encanta la película, mientras que muchas mujeres denuncian que es otro intento de encasillar la psique femenina o la feminidad en general. "¿Estás en contra de la película o de la muñeca?", preguntaría. "¿O en realidad te estás oponiendo a lo que Barbie representa, no?".

A decir verdad, no es la primera vez que algunas personas confunden una película con su objeto o incluso con su tema. Cuando das una mala crítica a una película patriótica, algunos te acusan de ser un "antipatria". Se necesita tan sólo un poco de razonamiento lógico para aclarar que uno puede amar la patria sin amar automáticamente a una película que pretende ensalzar las virtudes del lugar pero fracasa miserablemente en la parte artística. Entonces si una feminista dice que odia la película Barbie,lo puedo entender perfectamente. Me gustaría escuchar lo que tiene para decir ya que podría ser muy esclarecedor para mí.

Igualmente, no me sorprendió cuando me enteré de que Barbie era tendencia en la mayoría de los estados del sur de Estados Unidos, el llamado Cinturón de la Biblia. Paso la mitad de mi tiempo en Texas y soy testigo de que cualquier forma de estereotipo no haría justicia a los tejanos, ni a las personas de ningún lugar. Las personas son multifacéticas. No viven a partir de las etiquetas que otros les ponen.

Por supuesto, uno puede decir que la película tiene diferentes capas de significado y que algunos pueden sólo sentirse atraídos por lo que muestra la superficie, como por ejemplo, una muñeca Barbie que cobra vida. ¿No es eso demasiado condescendiente?

Paso la otra mitad de mi vida en China, donde la película se estrenó al mismo tiempo que en Estados Unidos, pero fue relegada a la condición de una pequeña película de arte, con un porcentaje irrisorio de sólo 2,4 % de las aproximadamente 82.000 pantallas del país. Eso sucedió el día del estreno, el 21 de julio.

Algo muy gracioso también sucedió ese día. En ciudades como Shanghái, las pocas proyecciones, en horarios poco habituales, estaban llenas. Como tanta gente asistió a ver la película, los días siguientes tuvieron que agregar más funciones, y las tasas de proyección aumentaron al 10,1 % durante el 26 y 27 de julio. Si bien estuvo lejos de convertirse en un éxito de taquilla, en estos momentos se proyecta una taquilla total de 262 millones de yuanes, totalmente superior a la cifra promedio del cine de autor. (Como referencia podemos tener a La forma del agua, ganadora del Oscar a Mejor Película, que logró una recaudación de 110 millones de yuanes en el 2018). En comparación con países con poblaciones mucho más pequeñas, como Brasil (con una recaudación total de US$33 millones) o México (US$42 millones), el 2 de agosto, Barbie recaudó US$25 millones en China continental.

Debemos recordar que la mayoría de las personas en China no crecieron con muñecas Barbie. Yo no había oído hablar de ellas hasta que me mudé a California para hacer mi posgrado. Las primeras palabras que escuché fueron de mujeres que la condenaban como una herramienta que las esclavizaba al imponerles un ideal de cuerpo femenino imposible. "¿Por qué?" pregunté con curiosidad. "Porque los hombres quieren vernos como Barbie. Es un resultado de la mirada masculina", me dijeron mientras deambulaba por el campus de Berkeley.

Creo que las personas de diferentes países reaccionan de formas diferentes cuando ven la película porque fueron expuestos a la muñeca en momentos diferentes. Mi hija más grande, que ahora tiene 18, entre los 2 y los 5 años estaba obsesionada con la muñeca. Tenía una colección de una docena más o menos. En lugar de vestirlas, las desarmaba, como si quisiera entender la anatomía del físico.

Esto me asustaba, ya que las partes del cuerpo de las muñecas estaban esparcidas por todos lados y hacían tropezar a cualquier persona desprevenida que pasaba casualmente por donde ella jugaba. Cada vez que se volvía loca por una nueva, la llevaba a la tienda de juguetes y la dejaba quedarse un rato observándolas. Fue una etapa de su vida que superó bastante rápido, y por suerte, nunca tomó a Barbie como un objeto de idealización. Aunque podría estar equivocándome. Pero esto demuestra que incluso las niñas pequeñas, que son el objetivo demográfico de la muñeca, pueden tener diferentes reacciones según sus personalidades. No todas la ponen en un pedestal y le rinden reverencia como si fuera una diosa.

A pesar de las diferencias generacionales y culturales, Barbie sirve como una marca conveniente para la percepción de género. Puede que no hayamos crecido con ella, pero invariablemente hemos sido moldeados por aquellos que sí lo hicieron. Esta nueva película le ha agregado una nueva dimensión de sátira lúdica a este símbolo tradicional de feminidad.

Las olas del feminismo y el movimiento #Metoo que se esparcieron de Occidente a Oriente, en sus giros, a menudo impredecibles y escandalosos, allanaron el camino para esta película. Así como la película no podría haber sido creada en el vacío, es imposible verla sin contexto social. Claro, si eliminamos todos los comentarios sociales, aún puede llegar a ser una comedia de slapstick divertida. Pero lo que es genial es la representación de una gran cantidad de actitudes y puntos de vista, desde el patriarcado intransigente hasta el feminismo más acérrimo. Lo cual también significa, que nadie estará del todo satisfecho. Por lo que he leído, las feministas sienten que Greta Gerwing mostró demasiado compromiso y algunos hombres, o al menos aquellos que hicieron sus quejas a lo Grinch en público, parecían realmente ofendidos. Aunque algunas ofensas fueron más sutiles que otras.

Hay una anécdota sobre un joven que llevó a su novia a ver Barbie. Cada vez que veía algo que consideraba digno de explicar, se lo susurraba a ella, haciendo alusiones que iban desde 2001: Odisea al espacio hasta la versión adaptada de El Discurso de Gettysburg. Cuando en la trama de la película se mostraba a Ken actuando como una especie de "guía" de cine y explicando El Padrino, la chica le señaló el parecido: "¡Sos vos!". El chico salió atormentado de la sala de cine. Estoy seguro de que tenía buenas intenciones al ofrecer su erudición. Desde su perspectiva, estaba haciendo lo que los hombres han hecho durante miles de años: actuar de manera patriarcal y protectora. Quizás ni siquiera se dio cuenta. Simplemente está en sus genes.

Las películas son diferentes a las editoriales de opinión. No tienen que tomar una posición definida. A pesar de su papel como manifiesto feminista, Barbie resulta más intrigante en toques agudamente observados, como el mencionado en el párrafo anterior. Es cierto que la mayoría de nuestra sociedad puede haber superado la fase en la que a las mujeres no se les permitía compartir una mesa en la cena, pero el olor condescendiente que acompaña a la mentalidad del mentor perdura.

Otro detalle que parece alejarse del núcleo narrativo es cuando Barbie llega por primera vez a Los Ángeles y se encuentra con una anciana que responde "Lo sabía" ante el elogio de Barbie sobre su belleza. Es algo subversivo, pero conmovedor. Se rumoreaba que los ejecutivos de Warner querían eliminar la escena porque no era central para la narrativa, pero Gerwig insistió en mantenerla. Por lo que sé, actuó desde un plano artístico más elevado.

Por supuesto que el conmovedor discurso de Gloria sobre el dilema de las mujeres en nuestra sociedad nos hace reflexionar. No es de extrañar que las capturas de pantalla de la transcripción se hayan convertido en memes. Las actrices futuras podrían usarla como monólogo en audiciones o presentaciones. Pero la película ofrece mucho más que eso. En su hilarante exaltación y deconstrucción de la feminidad, envuelta en espuma rosa o en un atractivo visual, se esconden algunas verdades duras e incómodas sobre la desigualdad de género y las formas en que las mujeres lidian con ella.

No es necesario estar de acuerdo con todos los puntos que Greta Gerwig plantea para disfrutar de Barbie. Además, muchos de estos puntos reflejan a los personajes más que a quienes los crearon. Tampoco es necesario disfrutar de la muñeca para admirar la película. Incluso si creés que ambos son productos del merchandising capitalista, lo cual es cierto, aún podés disfrutar de la travesía de Barbie y Ken desde el país de los juguetes hasta La La Land y su regreso a la fantasía. Pero si obtenés una pequeña comprensión adicional sobre las mujeres a través de la película, ir al cine será una experiencia satisfactoria.

La película de Barbie es innovadora pero contradictoria en muchos sentidos. Se burla de los privilegios de los hombres; celebra las diferentes formas de belleza de las mujeres; promueve un producto que rompe los límites y limita el rol de género al mismo tiempo; calma los estereotipos de género y también los irrita. Pero sobre todo, es muy divertida.

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