El lanzamiento de Transformers: El despertar de las bestias me desbordó de emociones, porque esta franquicia tiene un lugar especial en mi corazón.
Transformers: El despertar de las bestias
Lo recuerdo como si fuera ayer, la emoción previa al estreno de lo que se convertiría en una película icónica del año 2007: la primera película de Transformers dirigida por Michael Bay. No podía esperar para ver cómo los queridos Autobots y Decepticons de mi infancia cobrarían vida en la gran pantalla, y realmente no me decepcionaron.
Apenas terminaron de pasar los créditos y se encendieron las luces de la sala, supe que acababa de ver algo especial. Los efectos visuales impresionantes de los autos transformándose en robots, las escenas épicas de batalla entre Optimus Prime y Megatron, y la conmovedora historia del vínculo entre Sam Witwicky y Bumblebee dejaron su huella en mí.
Transformers (2007)
Quedé tan fascinado con la película que tuve que volver a verla dos veces más en el cine, solo para revivir la emoción. Cada vez notaba algo nuevo: un detalle, una línea de diálogo ingeniosa o un sutil momento de desarrollo de personajes, que profundizaba mi admiración por la película.
Es una pena que el director Michael Bay no haya podido cumplir con mis expectativas, ya que las secuelas fueron empeorando con cada entrega. Además de las escenas de acción repetitivas y los efectos visuales impactantes, la historia no logró dejarme una buena impresión. A pesar de mi amor inicial por la franquicia, la falta de desarrollo y profundidad de los personajes en las películas posteriores me dejó con una sensación de decepción e insatisfacción. Aunque quería disfrutar de las secuelas, desafortunadamente no estuvieron a la altura de la película original y no lograron capturar la magia que me atrajo al principio.
Esta vez, Transformers: El despertar de las bestias está dirigida por Steven Caple Jr., dejando atrás al director de larga data de la franquicia, Michael Bay. Con un elenco completamente nuevo y una historia ambientada en la década de 1990, la película promete traer nuevas perspectivas al universo de Transformers.
¿Será diferente esta vez luego de tantas secuelas decepcionantes?
Transformers se ha achicado
En comparación con otras películas, Transformers destaca por su estrecha integración con periféricos de películas.
En Transformers: La era de la extinción y Transformers: El último caballero, los diseños de autos combinaron un estilo medieval y tuvieron que transformarse en aviones y robots humanoides, lo que fue muy difícil para los diseñadores y resultó en una disminución en la calidad y las ventas de los juguetes. Luego de estas experiencias, Transformers: El despertar de las bestias se enfoca más en la deformación práctica, que beneficiará la promoción y las ganancias.
En cuanto a las diferencias de tamaño corporal, el Optimus Prime de Michael Bay medía más de 8 metros de altura, mientras que el Optimus Prime en Transformers: El despertar de las bestias mide solo 6 metros de altura. Reducir el tamaño de los Transformers debilita su presencia divina, pero facilita la interacción con los protagonistas humanos. Esta proporción corporal reducida de los Transformers armoniza su apariencia visual al compartir la pantalla con los humanos.
Transformers (2007)
Transformers: El despertar de las bestias
Steven Caple Jr. también afirmó que restauró a su Optimus Prime de la era G1 de su infancia, en vez de continuar con el trabajo de Michael Bay. Este gesto sentimental suma atractivo a Transformers: El despertar de las bestias, ya que la diferencia de las entregas anteriores, mientras continúa con el legado del sistema narrativo ya establecido.
La historia enfatiza más la sensación de inmersión
Desde Transformers hasta Transformers: el últiom caballero, el estilo de Michael Bay se centró en grandes escenas, en la interacción militar y en un final caótico y explosivo que se adapta a las audiencias de adultos. Sin embargo, la repetición del mismo patrón agotó a la audiencia.
Transformers: El despertar de las bestias tiene como objetivo crear una película para todas las edades, basándose en experiencias pasadas. En esta película, los protagonistas humanos tienen más tiempo en pantalla y, en la batalla final, el protagonista masculino usa una armadura fantasma y lucha junto a Optimus Prime. Los humanos también participan en la guerra e influyen en el resultado. Esta trama innovadora es crucial para generar la empatía de la audiencia.
En cuanto al elenco, el equipo creativo prefirió actores con una apariencia convencional. Por ejemplo, Anthony Ramos y Dominique Fishback son excelentes ejemplos de actores que son más representativos en términos de raza y emanan un encanto vecinal.
Sin embargo, con respecto a los Transformers, muchos fanáticos esperan ver grandes robots luchando entre sí. Sin embargo, Transformers: El despertar de las bestias enfatiza que los verdaderos protagonistas de la película son los humanos y les otorga mayor protagonismo. no obstante, sin el respaldo de actores atractivos, el atractivo visual puede verse afectado. El punto de partida para el cuidado humanista es bueno, pero también afecta en gran medida la satisfacción de la audiencia. La importancia relativa de estos factores aún depende de la selección del mercado. Actualmente, con una calificación de 6.3 en Peliplat, la audiencia no se muestra satisfecha.
Al clímax le falta originalidad
Esta película contiene muchas referencias a otras películas. Por ejemplo, la búsqueda de un fragmento de llave recuerda a Indiana Jones, donde el protagonista tenía que encontrar el Arca de la Alianza. Sin embargo, en esta película, el fragmento de llave conduce a un arma secreta destinada a destruir el mundo, por lo que las apuestas son mucho más altas. La escena de persecución con los protagonistas masculinos y femeninos recuerda a Jurassic Park, pero el escenario es urbano en lugar de una jungla. La escena de persecución en automóvil recuerda a Rápido y Furioso, pero los autos en esta película son futuristas, con la capacidad de volar y transformarse en diferentes formas. Finalmente, la escena de batalla final recuerda a The Avengers , donde un grupo de superhéroes debe unirse para derrotar a un enemigo común. En esta película, los héroes provienen de diferentes planetas y tienen diferentes poderes, pero deben unirse para derrotar a un poderoso villano que quiere conquistar el universo.
Stephen está al tanto de las preferencias de mercado y ha extraído la mejor esencia de varias películas para crear una nueva. Con solo una entrada, la audiencia puede experimentar innumerables proyectos de entretenimiento, lo que puede elevar su sentido de curiosidad. Sin embargo, esto hace que al clímax le falte originalidad.
Debido a los numerosos fracasos de las entregas anteriores, Stephen eligió un enfoque más cauteloso, que resulta comprensible. Inyectó nueva energía a la película a través de avances en las operaciones periféricas, el cuidado humanista y creó una combinación de varias esencias. Desafortunadamente, la calificación general de la película sigue sin estar a la altura.
En resumen, no se sabe si esta entrega de Transformers podrá revivir la serie.
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