Es sabido. Christopher Nolan es, probablemente, el director más comprometido a la hora de crear universos para sus películas. Desde la radical puesta narrativa en Memento hasta los mundos oníricos de Inception, sus películas nos hacen involucrarnos plenamente en lo que nos ofrece, guste o no guste. Ese es su objetivo y de esa manera lo hace notar en cada uno de sus títulos.
Interstellar, su epopeya de ciencia ficción protagonizada por Matthew McConaughey y Anne Hathaway (entre varios nombres de lujo en el reparto), que nos cuenta el viaje intergaláctico que realizan un grupo de exploradores para encontrar un planeta viable para la existencia de la humanidad, NO es la excepción.
¿CGI? NO GRACIAS, SETS REALES
Si hay algo que también caracteriza al cine de Nolan, es la (casi) nula presencia de CGI. En el caso de Interstellar, siguió en esa misma línea: para la escena donde Cooper y sus hijos cruzan un campo de maíz para alcanzar un drone militar y poder estabilizarlo, Nolan mandó a plantar todo el campo, ya que tal no existía.
El Planeta de Miller -que es el primero en el que desembarca la tripulación al atravesar el agujero negro- parece ser un lugar inhóspito donde predomina el agua y solo algunas montañas. Resulta que el planeta era 100% agua en la superficie. Para lograr ese efecto extraplanetario en el Planeta de Miller y en el Planeta de Mann -en el que estaba el científico en estado de criosueño interpretado por Matt Damon- la producción se trasladó a Islandia, tierra conocida por ser el lugar preferido de varios cineastas a la hora de crear cintas de ciencia ficción.
“Cada película debe tener su propio mundo, una lógica y una sensación que se expanda más allá de la imagen exacta que la audiencia está viendo.”
También está la polémica escena de la quinta dimensión, una que conecta el pasado, el presente y el futuro de los personajes dándole un aura metafísica a todo el conflicto de la película: Cooper era el fantasma de Murph, su hija. La quinta dimensión mencionada y visualmente manifestada en la escena son una referencia al concepto de L-Space, que es el principio de que la masa de información contenida en una gran colección de libros deforma el espacio y el tiempo, y en consecuencia una biblioteca suficientemente grande permite al visitante acceder a cualquier biblioteca en cualquier lugar en el espacio y el tiempo. La escena en sí se filmó con un set construido especialmente con ese diseño.
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PRECISIÓN CIENTÍFICA
Para volcar en pantalla algo totalmente innovador y preciso, Nolan incorporó al equipo de producción al físico Kip Thorne, un especialista en la materia relacionada a los agujeros negros en pos de darle veracidad al relato. Junto al físico y el supervisor de VFX Paul Franklin, lograron poner en pantalla la representación de un agujero negro lo más realista posible hasta la fecha, basándose en las teorías del propio científico.
Las teorías de la diferencia de tiempo transcurrido en el Planeta Tierra y en el Planeta Miller, o el hecho de traspasar un agujero negro y la enorme cantidad de tiempo que eso requiere, son elementos que son insertados desde el drama y el suspenso.
"Si estás tratando de desafiar a una audiencia y hacer que vean los elementos de una manera diferente, tienes que darles un contexto familiar al que aferrarse. Pero hay que ser muy consciente de que el público es extremadamente despiadado en su demanda de novedad, novedad y frescura."
Es de puro conocimiento que el realizador británico disfruta de sobrexplicarse en sus películas. Esto es algo que a no toda la audiencia le gusta, ya que no dejar esas teorías volando en las cabezas de las personas puede resultar frustrante y hasta tedioso. En el caso de Interstellar Nolan recurrió al corazón más que al cerebro (pero solo un poco). Las explicaciones ya no constan, en su mayoría, de intereses políticos, económicos o sociales, sino que todo se guía por la conexión humana.
La precisión científica es un detalle que el director quería tener en cuenta no sólo por sus obsesiones espacio/temporales, sino que también en el hecho de que podamos ver como todo esta materia prácticamente desconocida por el ser humano puede afectarle.
¿Cómo te sentirías si al volver de un viaje intergaláctico encuentres que tu hija, que era una preadolescente al momento de tu partida, ha envejecido más rápido y ya no tengas tiempo para verla crecer?
Cuando hablamos de ciencia ficción en el cine, hablamos de películas que nos muestren eso que a veces tanto anhelamos o aterramos. El universo es infinito, y la contradicción de la belleza y lo desconocido es uno de los principales motores de la filosofía.
¿Qué tan lejos podemos llegar? ¿Cuáles son los límites?
El propósito, no es solamente descubrir esos horizontes, sino ver quiénes somos en realidad al llegar a ellos. ¿Qué era lo que nos queríamos demostrar a nosotros mismos?
Interstellar juega con eso al hacer visible el factor emocional de lo que significa involucrarnos en algo inmensamente superior a nosotros. A lo que creemos ser.
Y USTEDES, ¿QUE OPINAN?
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