Nadie representa mejor la VENGANZA que el Nuevo Cine Surcoreano

A mediados de la década de los 90s en Corea Del Sur se gestó el inicio de una revolución cultural llamada Hallyu, que pretendía darle una vuelta de rosca a los conceptos y tradiciones establecidas en el país hasta ese momento. Tras una oscura etapa en los 80s marcadas por la dictadura y la rebelión social, el país supo revertir la situación e invirtió fuertemente en el avance y evolución de su cultura artística. Eventos deportivos como los Juegos Olímpicos de Seúl en el año 1988 o el Mundial de FUtbol en Corea-Japón en el año 2002 impulsaron y sirvieron como una especie de invitación a lo que hoy en día conocemos como nuevo cine surcoreano o “hallyu wave” , uno que pisó fuerte a principios de los 2000, con títulos como el thriller de venganza ‘OldBoy’, o el terrorífico drama familiar 'A Tale of Two Sisters'.

Nos vamos a enfocar en cómo algunos de los mejores títulos del nuevo cine surcoreano nos muestran la concepción de la venganza al límite en sus thrillers, y porque la representan MEJOR que nadie.

1. OLDBOY ('OldBoy', 2003) de Park Chan-Wook

Uno de los mejores thrillers de los últimos tiempos, y una de las películas más originales y atrevidas de todos los tiempos. Una que no necesita introducción.

La trama parece ser sencilla: un hombre de mediana edad, Oh Dae Su es secuestrado y aprisionado durante 15 años, para luego ser liberado en la terraza de un edificio con la tarea de encontrar a su captor hasta dentro de 5 días como máximo.

Lo interesante, y lo que la hace diferente a Oldboy del resto de las películas es que nos presenta dos historias de venganza en paralelo: una es la de Oh Dae Su, que no tiene idea porqué lo secuestraron y luego lo liberaron, y la otra es la de Woo Jin-Lee, el supuesto villano de la película. Sin entrar en spoilers, la película impacta por medio de su retorcido y macabro plot-twist final que deja pensando por varios días.

2. MOTHER ('Madre', 2009) de Bong Joon-Ho

Bong Joon-Ho es un maestro a la hora de juzgar la percepción del espectador desde un ángulo social y familiar, y Mother es otro gran ejemplo de ello. El director juega nuevamente con las expectativas de la audiencia en este thriller de venganza donde una madre hará lo que sea por demostrar la inocencia de su hijo discapacitado que fue a prisión tras ser acusado del homicidio de una joven.

Una búsqueda incesante por parte de la madre que la enceguece a la hora de saber cuál es realmente la verdad. La naturaleza del instinto materno se ve obnubilada por supropio juicio, uno que no tiene otro camino que el del desamparo y la desesperación.

3. I SAW THE DEVIL ('Encontré al Diablo', 2010) de Jee-woon Kim

Una de las más brutales y sangrientas de este listado es la oscura ‘I Saw The Devil’, una historia de venganza que nos cuenta la historia de Soo-hyeon, un agente secreto que es impactado tras el macabro asesinato de su novia cometido por un asesino serial. La venganza por parte de el va a ser doblemente peor que lo hecho por este asesino: lo torturará y liberará una y otra vez hasta el hartazgo con tal de hacerle sentir lo mismo que sufrió su difunta pareja.

Acá es donde uno se pregunta ¿Existe el bien y el mal?¿Hay alguna línea que los separe?¿Quién es el malo y el bueno en esta historia?…o peor aún ¿qué es ser bueno y malo?¿Se pueden ser las dos cosas a la vez?

La película es consciente de su brutalidad en sus escenas más sangrientas pero no lo hacen por el hecho de glorificar la violencia, sino para mostrar las consecuencias de la venganza per se, creando una rueda de odio que parecería no tener destino posible.

4. BURNING ('Burning', 2018) de Lee Chang-dong

El camino que toma Burning para mostrarnos la venganza es uno de los más reflexivos y meditativos que pueda haber. A diferencia del resto de las películas del listado, Burning se toma su tiempo en contarnos una historia que toca diferentes tonos y matices, pero que en el final dejarán una sensación agridulce en el cuerpo.

La historia nos cuenta el casual reencuentro entre el protagonista, un joven trabajador rural llamado Jong-Su, y su excompañera de colegio, Hae-Mi. Una relación algo amistosa, algo amorosa comenzará entre ellos, pero luego Hae-mi le pide a Jong-Su si puede cuidar a su gato porque ella se irá a África de viaje. Cuando ella vuelve, Jong-Su tiene la idea de comenzar una relación algo más formal entre los dos, pero para su desgracia ella vuelve con un joven mucho más adinerado y carismático. Burning crea un misterio único en su especie con uno de los desenlaces más ambiguos de la historia reciente del cine.

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