Directores que sacaron DOS grandes películas en poco tiempo

¿Dónde se aloja la imaginación cuando se está creando una película?¿Adónde van todos esos pensamientos e ideas rechazadas, descartadas? La inspiración puede llegar en los momentos menos pensados. El conocido bloqueo creativo puede pausar la carrera de los realizadores (y realizadoras), haciendo que la audiencia se quede con las ganas de ver algo de su repertorio por varios años.

En este listado vas a encontrar algunos ejemplos de lo que sucede cuando ocurre todo lo contrario: películas de un mismo director que estrenaron en un periodo de tiempo muy corto (algunas en el mismo año). Si bien los tiempos de producción pueden haber ocurrido mucho antes, aseguro que estaban en una buena racha creativa.

Aquí algunos de los nombres:

Alejandro González Iñárritu (BIRDMAN & THE REVENANT)

En el 2014 el realizador mexicano nos trajo lo que sería el gran ¿regreso? de Michael Keaton a la pantalla grande. El actor estadounidense en realidad nunca dejó de actuar, pero Birdman lo puso nuevamente en escena como no lo había estado desde Batman (1989). La película nos narra, paradójicamente, la historia de Riggan, un actor olvidado y que quedo sólo en el recuerdo por haber interpretado a un héroe de acción en los 90s, y que ahora dejará todo para volver a ser reconocido.

Y en el año siguiente Iñárritu cambió radicalmente de género y tono con su épica e íntima The Revenant, una historia de venganza y supervivencia protagonizada por Leonardo Di Caprio, papel que le valió el merecido (y tardío) Premio Oscar a Mejor Actor.

Clint Eastwood (MYSTIC RIVER & MILLION DOLLAR BABY)

El legendario Clint Eastwood es de esos directores que casi todos los años saca películas. Ok, no todo lo que estrena es digno de los mejores títulos de su filmografía, pero cuando la pega, te puede deleitar con dos o tres grandísimas películas.

Fue en el caso del año 2003, uno donde estrenó dos potentes dramas que lidian con la pérdida de distintas maneras.

Mystic River es un drama policial con una de las mejores actuaciones de todos los tiempos: la de Sean Penn como Jimmy Markum, un ex-convicto que luego de una tragedia familiar, se ve involucrado en un dilema moral con dos antiguos amigos de su infancia -el ahora detective Sean (Kevin Bacon) y un traumado Dave (Tim Robbins)-.

Y en ese mismo año también nos entregó una gran película con una gran actuación: Hilary Swank interpreta a Maggie Fitzgerald en Million Dollar Baby, la historia de una boxeadora que luego de (nuevamente) una tragedia queda en una situación difícil de digerir.

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WONG KAR-WAI (Ashes Of Time & Chungking Express)

En sus tiempos libres mientras editaba Ashes Of Time, Wong Kar-Wai se dedicó a escribir y filmar Chungking Express para “limpiar su cabeza”. Este genio cantonés no solo tiene un talento nato y único a la hora de crear historias hipnotizantes y atrapantes, sino que uno de sus dones es tener la capacidad para escribir el guion la noche anterior al rodaje o en la mañana del mismo día. ¿Arriesgado? Totalmente. Pero eso habla de la convicción y la seguridad de alguien que sabe que quiere comunicar y trasmitir.

No fue en el caso de ‘Ashes Of Time’, donde la escala de la producción era mayor en relación a Chungking Express, pero si con ésta última iba creando la historia a medida que pasaban los días de rodaje, ya que la idea de hacer de una road-movie inspiró de alguna manera a Kar-Wai de hacerlo de esa manera.

Francis Ford Coppola (THE CONVERSATION & THE GODFATHER II)

Una de las décadas más prolíficas de la historia del cine, los 70s nos trajo una oleada de directores que pertenecieron al movimiento New Hollywood, como Michael Cimino, George Lucas, Walter Hill, Steven Spielberg, Martin Scorsese y por supuesto, el gran Francis Ford Coppola.

En el año 1974, Francis Ford Coppola lograba lo que casi ningún director logró: estrenar una de las mejores secuelas de todos los tiempos (y también una de las mejores películas de todos los tiempos), y a su vez, estrenar uno de los mejores thrillers de espionaje de todos los tiempos.

Su figura trascendió casi por encima de los títulos que estrenó, y su nombre ya era el modelo a seguir con no muchas películas en su filmografía.

El talento de Coppola no se ajusta solamente al hecho de la milimétrica y detallada puesta en escena, sino también a la capacidad de adaptación respecto a los códigos de género que tenía que respetar, todo esto sin perder la autoría.

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