Nos hacemos la peli con la creación que revolucionó los Oscars llevándose la mayoría de estatuillas: EVERYTHING EVERYWHERE ALL AT ONCE se ganó los premios a mejor actor de reparto para Ke Huy Quan, mejor actriz de reparto para Jamie Lee Curtis, mejor guión original y mejor director para la dupla de oro Daniel Kwan & Daniel Scheinert, mejor edición, mejor actriz para Michelle Yeoh y por último el reconocimiento mayor: mejor película.
Pero lo cierto es que este voraginoso drama cómico nos adentra en una historia sencilla de un vínculo madre-hija que despliega una contundente locura de aristas en los universos paralelos que complejizan a trama y la engrosan hacia todos los sentidos, en todas partes y al mismo tiempo.
Evelyn Wang es una inmigrante china dueña de una lavandería en Estados Unidos, y está con muchas deudas. Además, su marido está a punto de pedirle el divorcio, su hija quiere distanciarse de ella y apenas aguanta a su conservador padre, con el que tiene que convivir bajo el mismo techo desde que vino de China.
Pero entonces ocurre algo que le patea el tablero: Un hombre exactamente igual a su marido, que viene de un universo paralelo, le informa que una villana inter-dimensional con un gran poder está acabando con todos los planos de la existencia. Ella es la única persona capaz de acabar con ella y salvar a la humanidad. En uno de los universos paralelos en el que en el matrimonio Wang ambos son científicos, y la pareja ha logrado crear una máquina que permite viajar entre dimensiones a través de la conciencia. Para poner el aparato en funcionamiento hay que hacer algo completamente aleatorio y loco, que se convierta en una variable random para romper la realidad.
Mientras creaban la maquina Inter-dimensional, surge un problema pues como usan a su hija, Joy, para las pruebas, la joven está al límite, y su cerebro acaba fragmentándose al interconectar todos los universos a la vez y se convierte en el ser más poderoso. La joven es capaz de experimentar todos los universos al mismo tiempo, así como modificar la realidad como quiera. Pero ninguna de sus infinitas vidas le da satisfacción así que planea acabar con todo.
El agujero negro es un destructor completo de universos y Joy pretende acabar con toda y cada una de las realidad existentes a través de él. Pero también podría simbolizar la depresión de la joven que se percibe como una fracasada y cuando busca refugio en su madre, sólo encuentra más frustración.
Evelyn comprende que para ayudar a su hija, primero debe aceptarse a sí misma y se da cuenta de cuánto necesita apoyarla, sin juzgarla en los malos momentos pues sólo acompañando su proceso con respeto, detendrá esta locura. Lo único que necesitamos los seres humanos para salir adelante de cualquier pozo de autodestrucción es amor, comprensión y ternura.
Cuando Evelyn consigue sacar a su hija del agujero negro, finalmente logra recomponer su vida y, aunque su economía sigue estando en rojo, tiene a su familia para ayudarla. Uno de los mensajes más profundos de la película es que no existe el fracaso, pues es sólo una instancia más de crecimiento y aprendizaje. Y lo que realmente hace que la vida valga la pena son la personas que tenemos a nuestra lado.
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