The Whale: una película hermosamente horrorosa

Una buena manera de empezar esta reseña es contar cómo terminé de ver The Whale: sentado en la butaca de cine llorando con un gran vacío en el pecho.

Es que The Whale, dirigida por Darren Aronofsky, es una película hermosamente horrorosa. Desde el principio del film que me atrapó un sentimiento de incomodidad y debo admitir, de asco. Pero en el transcurso de las escenas Brendan Fraser logra que nos encariñemos con el personaje principal de a poco.

Hay muchas críticas dando vuelta que dicen que es una película gordofóbica, pero yo creo que es todo lo contrario: al principio se nos muestra la enfermedad de la obesidad como algo horrible, fuera de control, algo detestable y repugnante. Se nos muestra lo superficial; todo esto personificado en Charlie (Brendan Fraser). Esta primera parte del film logra que el espectador sienta asco y rechazo hacia el personaje. Pero luego, nos adentramos más allá de lo superficial, vemos el lado humano, los sentimientos; vemos que dentro de cada enfermedad, de cada cosa que nos haga sentir rechazo, hay una persona y esa persona puede sufrir como todos nosotros.

Para cuando nos damos cuenta de eso, la película ya se encuentra en su momento cúlmine y, al finalizar, una mezcla de sensaciones de culpa, verguenza, lástima y tristeza chocan en uno mismo, generando una explosión que, por lo menos a mí, logró que no pueda pararme de mi asiento.

No vale la pena hablar de la puesta en escena o de los movimientos de cámara, ya que, a pesar de que sean muy simples, no es lo más importante de la película, que contiene un guion increible y unas actuaciones más que satisfactorias. Incluso la banda sonora destaca en los momentos perfectos.

Entonces, The Whale es una película Hermosamente horrenda porque, a pesar de que nos deje una sensación de tristeza al final, el recorrido que hacemos junto con Brendan Fraser, es hermoso, simplemente por el hecho de que podemos dejar nuestros prejuicios de lado y entender que dentro de cada enfermedad, dentro de cada malestar o cosa desagradable, hay un ser humano digno de ser tratado con respeto y amor, como Charlie.