Nos hacemos la peli para siempre con este film que da insignia a Hacete la Peli. Estrenada en 1994, el director francés Luc Besson nos presenta un controversial vínculo entre un asesino a sueldo con una niña de 12 años, el cual luego se convirtió todo un referente en la cultura pop. Te dejo 5 curiosidades alrededor de su producción y realización que te van a dejar de cara.
1- El personaje de Léon salió por primera vez en la película La Femme Nikita del mismo director. Besson sintió que ese personaje tenía mucho potencial y decidió crear una historia enfocada en ese personaje con el título original de “The Cleaner”.
2 El film tiene dos versiones diferentes: una para el cine norteamericano, donde se excluyen las escenas de tensión sexual entre Mathilda y Léon; y la segunda para el cine europeo, donde aparecen las escenas completas y que es la versión que la mayoría hemos visto. A su vez, en EE.UU. el filme se vendió como un thriller de acción, mientras que en el país galo como un filme de drama.
3- Debido a su inexperiencia al filmar, Natalie Portman no podía llorar frente a las cámaras. Y para hacer la escena en la que encuentra a sus padres muertos, hubo que rociar sus ojos con un aceite de menta para que le salgan lágrimas. La propia actriz cuenta que esto le causó tanto dolor que en adelante pudo llorar con facilidad, solo para evitar ser rociada de nuevo.
4- Todas las escenas grabadas en el interior del departamento de Léon fueron grabadas en París, mientras que los exteriores, junto con el corredor del edificio, fueron grabadas seis semanas antes en Nueva York, seis semanas después.
5- En Las Nuevas aventuras de Batman en el episodio “Growing Pains” aparece una niña llamada Annie cuyo diseño de aspecto está inspirado en Mathilda.
Tal vez lo más inspirador del film empieza en la perfección del guión milimétricamente estructurado como un reloj exacto, continuó con un rodaje en el que Besson invitó a los actores a un campo libre para la improvisación, el riesgo y la particularidad en las actuaciones que resultan sublimes y culmina con una edición magistral, sensible y vertiginosa.
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