“Kingdom of the Planet of the Apes” (Planeta de los Simios Nuevo Reino) análisis y visión de la propuesta de la saga...

Empecemos por la información formal de la nueva película “Kingdom of the Planet of the Apes” (Planeta de los Simios Nuevo Reino) la cual está generando mucha expectación, ya que abre un capítulo inédito en la famosa serie de aventuras y ciencia ficción. Situada generaciones después de la era de César, la historia revela un universo en el que los simios gobiernan y los seres humanos están relegados a un segundo plano

Con Wes Ball en la dirección y un guión escrito por experimentados de la franquicia como Rick Jaffa y Amanda Silver, la esencia de las películas previas se preserva, mezclando secuencias de acción trepidantes con meditaciones sobre la sociedad y la naturaleza humana. La banda sonora de John Paesano y la cinematografía de Gyula Pados se agigantan para enriquecer la trama con un ambiente cautivador.

Es esta un legado de César y elevará la saga a un nuevo nivel bajo el sello de Disney. Con actores como Owen Teague y Freya Allan, “Kingdom of the Planet of the Apes” (Planeta de los Simios Nuevo Reino) aspira a ser un hito cinematográfico que podría marcar el rumbo de las futuras interacciones entre simios y humanos en esta aclamada serie.

Ahora quisiera aportar mi crítica, no especialmente a esta cinta si no a la saga, la cual nos plantea dos grandes vertientes de cuestionamiento ético/moral y filosófico que impactan como un rayo en nuestras conciencias.

El primer cuestionamiento, el ético, y por lo cual estas películas son particularmente difíciles de ver para mi, exhibe de forma muy clara y a veces grotesca toda la crueldad humana, todo el maltrato y deshonra a la que sometemos a las especies animales “inferiores” que habitan este planeta junto a nosotros. Los simios, solo son (o llegan a ser) nuestra fiel representación, son realmente hombres y mujeres, disfrazados de chimpancés.

En su mundo, el cual ellos dominan a sus anchas, minimizan al ser humano, lo encierran, lo tratan como ganado, los muestran en zoológicos, los venden y los compran, los toman de mascotas, los discriminan por su aspecto y por su olor… Nos están representado a nosotros… así somos nosotros con las demás especies con las cuales convivimos en nuestro planeta, y muchas veces también con nuestros propios congéneres a los que consideramos inferiores por alguna estúpida razón. No somos todos así y el guión se encarga de aclararlo, pero hay muchos que sí lo son, demasiados…

Está nuestra sociedad enferma… enferma de sí misma.

Hay especialmente unas escenas, que siempre recuerdo con profundo pesar en Rise of the Planet of the Apes (El origen del planeta de los simios) las cuales seguramente casi todos aquellos que vieron la película las recordarán y que sirven de nexo entre este cuestionamiento ético / moral y el segundo, el filosófico.

Las escenas en cuestión son cuando César siendo pequeño, se la pasa viendo con toda su inocencia por la ventana de “su” casa a niños humanos, deseando jugar con ellos, lo cual tiene prohibido por su “papá” humano el químico Will Rodman (James Franco) ya que recibe quejas de sus vecinos por la presencia de “ese mono” cerca de sus hijos.

Simplemente es rechazado por no ser como ellos y por tal motivo César transforma ese entusiasmo incipiente en profunda tristeza.

Posteriormente sucede el acto en el cual por defender a su “ abuelo humano” Charles (John Lithgow) que sufre de Alzheimer, del ataque de un vecino al cual este le destrozó su vehículo producto de su enfermedad, es encerrado y su tristeza se torna en decepción primero, luego en rencor y por último en furia.

Yo veo en César a un niño de un color distinto a su entorno, a un niño autista, a un niño pobre, a un niño con síndrome de down, a un niño con alguna malformación o discapacidad, a un niño diferente a lo establecido…

Por eso tomo esta escena como el nexo entre la inhumanidad del ser humano y el cuestionamiento filosófico de nuestra existencia y preponderancia.

Me explico. Somos la especie dominante del planeta, no tenemos ni un solo ser conocido que se aproxime a nuestro grado de desarrollo, ni capacidad intelectual, las preguntas son: ¿Estamos preparados para convivir con otros seres algo inferiores, similares o superiores a nosotros? ¿Los aceptariamos si vienen con buenas intenciones? ¿O simplemente los rechazariamos y buscaríamos aniquilarlos?

¿Será por eso, que la muy evidente probabilidad de que existan seres extraterrestres ha sido ocultada hasta los momentos por ese hecho?

¿Ustedes que creen?