Hachiko, siempre a tu lado, la película más tierna de la historia

De Acapulco, Guerrero, para el mundo entero:

Cuántos y cuántas de nosotr@s no nos hemos encariñado con estas películas de animales, y más si tenemos un compañero fiel en casa o si lo tuvimos, pero que de alguna manera representa un amor puro y sincero.

Hoy hablaremos de Hachiko, una historia donde vemos que la lealtad de un perro con un hombre trasciende y toca a todos nuestros corazones.

Basada en hechos reales de 1935 en Japón, Hachiko demuestra que el amor hacia los animales puede ser tan grande como el que podemos sentir hacia las personas, porque los animales te regalan momentos sin esperar algo de vuelta, y más los perritos, ellos te acompañan en esos instantes oscuros, así tal cual Hachiko, quien logró estar con el personaje principal en cada uno de sus momentos, felices, tristes, difíciles y donde además este dulce animalito lo esperaba en la estación de trenes con la misma emoción, minuto a minuto, día tras día, y hasta año tras año sin perder esa esperanza escondida de verlo una vez mas. Esta película me conmueve en demasía y creo que a muchas generaciones atrás porque creo que tod@s compartimos estos sentimientos, hay cosas que no caducan y que se seguirán replicando durante siglos y siglos, como lo es el amor hacia los animales.

Regresando a la película, notamos que el protagonista fallece y Hachiko, no comprende que es lo que sucede sin embargo, se empeña a verlo algún día porque en el fondo e implícitamente puede comprender que su dueño solo se encuentra demorado para su próximo encuentro. Es imposible saber que piensa o siente un animal pero me parece como espectadores podemos imaginar esas emociones, porque buscamos constantemente humanizar a estos seres y ello no está mal porque estamos promoviendo valores como la empatía, la comprensión, la solidaridad, la fidelidad y por supuesto el amor en su máxima expresión.

Hachiko es una historia de amor, de las más bonitas que he visto. El perro no habla no tiene un guión pero te deja el corazón apachurrado a la par de estremecerte en cada escena porque nosotr@s podemos dejar de ser todo, menos humanos y esa humanidad es la que permite que el mundo del cine se mantenga activo, porque las emociones siguen siendo las mismas y es precisamente lo que el cine quiere; que sintamos alegría, tristeza, decepción, ternura, positivismo, toda clase de sensaciones con el fin de recomendar la película y me parece un acto precioso.

Este tipo de películas nos vuelven mejores personas. Nos preparan para ser personas más sensibles, capaces de llevar esta sensibilidad en cada acción de la vida, porque los humanos estamos buscando la paz por sobre todas las cosas. Y el cine, es un espacio y un lugar donde podemos refugiarnos a toda hora, porque es un lugar mágico donde el tiempo no determina las emociones, cuántos y cuántas de nosotr@s no hemos visto películas de 50 años atrás y seguramente en 20 años volveremos a ver películas como Hachiko, porque las películas no vencen nunca, y la magia se manifiesta en volver a sentir las mismas percepciones o incluso nuevas maneras de concebir una historia.

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